23 feb 2015

SECUESTRO DE D. FRANCISCO AGAPITO.


Cuando viajamos por carretera desde Corcoya a Alameda,  antes de llegar a este laborioso pueblo, topamos a la derecha con el camino que utilizaban las galeras y diligencias que unían Granada y  Sevilla. Si lo seguimos unas decenas de metros veremos  una cruz justo en el ángulo que forma nuestra vía con otra que sale a su derecha, que es el que pasa por El Rigüelo, Almajar, Puntal  y se unía a la anterior antes de acceder a Osuna. Esa cruz está allí perpetuando la memoria de D. Francisco Agapito.                                                                                                 

Era la mañana del jueves 10 de marzo de 1870. D. Francisco Agapito, (lameato o alamedano), de 58 años, miembro de una familia casi acomodada, conocida por Los Vitorinos,  casado con D.ª María Gallardo era  padre de cinco hijos. Por su delicada salud, sólo  realizaba pequeños  trabajos agrícolas. Por eso, con su escardillo y su burro, esa mañana se fue a El Calvo, olivar de su propiedad situado entre los dos caminos  que se han referido, a media legua del pueblo. Serían las diez cuando se le acercaron dos hombres a caballo y, amenazándolo para que obedeciera y no gritara, le taparon los ojos  con una venda, le pusieron en lo oídos tapones de yesca y, enfundado en una capa,  lo montaron en el caballo de El Alberto que era un ex presidiario escapado de la cárcel llamado Antonio Romero Pozo, natural de Antequera. El otro se llamaba José Carrascoso Gamboa, y le decían  El Maruso,  A través de los olivares, para no ser vistos, pasaron por los cortijos Los Jarales, Caserío Viejo, Santa Rita, Jarilla y llegaron a El Rigüelo, o Vado Febrero, que así también se llamaba. Aquí los sorprendió la Guardia Civil y se cruzaron varios disparos, pero lograron huir y esconderse. Ya anochecido se acercaron a la huerta del Tío Martín, su destino, junto a la Fuente Arriba  Esperaron ocultos el momento de acceder. Entonces fue cuando don Agapito oyó dos ruidos que no supo identificar: el del tren y las sonajas del molino de la Pasadilla.

Amparados por las sombras de la noche, llegaron a la casa y allí los esperaba el Tío Martín, que estaba avisado. Nada más descabalgar, el viejo hortelano lo  introdujo en una cueva cuya entrada estaba camuflada con ramas, le pusieron una traba de hierro en los pies y, sin darle de comer, lo dejaron allí toda la noche. Los tres se fueron a la cocina a cenar y a comentar las incidencias. Acordaron que el día siguiente se reunirían con el resto de la banda para fijar el la cuantía del rescate.

Por la mañana, el Tío Martín bajó a la cueva y le llevó pan y habas verdes para que desayunara. Lo mismo hizo por la tarde y, llegada la noche, los tres se juntaron con sus compañeros Gagarrache  y el hijo del viejo, José Baena, El Bellotita y fijaron dicho rescate en ocho mil duros, unos 240 €, un capital para aquel tiempo. Prepararon avíos para escribir y una tabla para que sirviera de mesa, y a la luz de un farolillo, el hortelano y El Alberto  bajaron a la cueva y obligaron a D. Francisco a que escribiera lo que le dictaban. La manera de entregar el dinero era curiosa. El día 25 tenía que salir una persona de confianza de  Alameda, en un mulo  negro, con una cencerrilla, descalzo  de un pie y con el zapato en la mano. Iría a  Martín de la Jara siguiendo determinado camino y se alojaría en la posada. La carta escrita por el secuestrado la pusieron, para despistar, en la oficina de Correos de Campillos, como consta en el matasellos

Doña María recibió la carta  con la alegría de saber de su marido y con la pena de no tener el dinero necesario para rescatarlo ni aún vendiendo su hacienda. Comisionó a su sobrino, José Melero, que salió el día señalado y por el camino indicado, llevando otra carta pidiendo clemencia. La entrevista fue borrascosa, violenta, y los secuestradores se avinieron a rebajar la cantidad que pedían a treinta mil reales, unos 45 €, mandando otra carta a la apenada D.ª María.

Mientras, el trato al cautivo era cruel. Baste una muestra: Un día el Tío Martín creyó ver removidas las ramas que ocultaban la entrada de la cueva e interpretó que había intentado escaparse. Y para que no  pudiera arañar, le colocó un “guante” es decir una astilla de jara en cada dedo entre la uña y la carne.

Familia y bandidos prosiguieron el contacto epistolar y, aunque no se consiguió rebajar más la cantidad, se fueron realizando pequeñas entregas. La última entrevista tuvo lugar  a las 9 de la noche del día 19 de abril en las gradas de la catedral  de Sevilla.  Allí llegó  el bueno de Melero con las monedas de oro en una bolsa. A una señal convenida, él y El Alberto entraron en una covachuela y éste recibió el dinero. Le mandó recado a  doña María de que al amanecer del  día 21 aparecería D. Francisco Agapito en la posada de la plaza de Archidona, que lo podían esperar pero con el natural sigilo. Allí fue la confiada familia, ¡¡pero el cautivo no apareció!!


Había ocurrido un incidente desgraciado. Nada más salir del tugurio El Alberto, se produjo una pelea y lo culparon. Lo encarcelaron, hasta que a los tres días quedó demostrado que no participó en la misma y lo pusieron en libertad. 

Llegado a la huerta, esperó que anocheciera para liberar a D. Francisco. Y para que sus ojos se acostumbraran a la luz y sus oídos al sonido, le quitó las vendas y las yescas y lo llevó a la cocina donde María Torres, la mujer  del Tío Martín, le preparó una buena cena. Estando en ella, llega el viejo hortelano entrando en cólera porque pensó que  al ser vistos por la víctima, podían ser descubiertos. Discutió con el Alberto y llegaron a las manos. El Tío Martín ahogó entre sus brazos a D. Francisco, y José, El Bellotita, su hijo, apuñaló por la espalda al bandido dejándolo sin vida. En un momento dos cadáveres yacían en la cocina. Entre el padre y el hijo los llevaron a la huerta, hicieron una fosa bajo un peral y los sepultaron. Ellos cenaron y se acostaron tranquilamente.

El Tío Martín huyó de Casariche porque se veía perseguido. Un día fue acusado de un robo de ganado en Antequera, que no cometió y dijo a la  Guardia Civil que él conocía el final de D. Francisco Agapito porque El Alberto, un bandido, se lo había explicado antes de huir. Pretendía granjearse la amistad de la Benemérita pensando y temiendo  que si lo descubrían, podía conseguir que su condena fuera más  benévola. Y la Guardia Civil, que ya estaba informada, lo trajo a la huerta y le mandó desenterrar a los cadáveres. Tras las autopsias fueron enterrados en nuestro cementerio. Era el 17 de julio de 1 870. Casariche preparaba su feria de ganados. El Tío Martín, y su esposa, fueron encarcelados en Estepa. Once días después lo trajeron a la huerta para que declarara sobre el terreno y, cuando regresaba  escoltado, sus compañeros de secuestros intentaron liberarlo al pasar cerca  de El Almajar; intentó escaparse y,  aplicándole  la Ley de Fugas, lo abatieron  de un disparo.

Si vas por  Alameda, lector amigo, desvíate por el camino que entonces utilizaban las galeras y diligencias que circulaban entre Granada y Sevilla.  Verás la fría piedra que forma una cruz decimonónica. Indica  el lugar del secuestro  en la finca El Calvo, hoy llamada de los Vitorinos. Su lacónica inscripción nos recuerda  esta triste historia. Dice así: “ D.O.M.  El 10 de marzo de 1870  fue secuestrado D. Francisco A. Delgado Giménez.  El 16 de julio su cuerpo sepulto se encontró inmediato a Casariche. La muerte fue violenta. R.I.P.”

José Herrera.

16 feb 2015

ORIGEN DE CASARICHE Y SU TOPÓNIMO

Se ha pretendido relacionar el origen de Casariche con  la ciudad de  Ventippo[i]. Pienso que con un claro predominio de la buena voluntad sobre la justificación histórica. Y   no hay nada que permita establecer esa relación. Ventippo es una pequeña “ciudad” romana de origen ibérico situada  a orillas del Río Yeguas que está en el término municipal de Casariche, y Casariche un pequeño núcleo de población agrícola (4 ó 6, vecinos, unos 20 ó 25 habitantes) que surgió a orillas del mismo río pero unos tres kilómetros más al Sur.

Ventippo se fundó sobre un primitivo asentamiento ibérico bastante antes de que se iniciara nuestra era, cuando los Tartessos[ii] se extendieron hacia Levante. Casariche nació más de mil años después,  cuando el río Yeguas era ya   frontera  cristiano-nazarí y   la conquista de estos pagos, en 1 240, por el Rey Fernando III.

 La primera referencia escrita de Casariche data de principios de la segunda mitad del siglo XIV, hacia 1 360, y aparece en una “ carta que hay en los escritos árabes de El  Escorial,  publicada en el tomo IV de la Revista del Centro de Estudios Históricos  de Granada y su Reino  en 1914” que el malogrado Juan Antonio Romero Sánchez dio a conocer el 18 de agosto de 2 007 en las Jornadas de Historia, que con gran éxito se vienen desarrollando en nuestro pueblo desde 2004. En esta carta se dice que aquí, en Medina  Cashira, (Casariche) se juntaron los ejércitos del Rey Castellano Pedro I y el de Mohamed V de Granada antes de dirigirse a la conquista de Córdoba. Esto nos lo ha confirmado el eximio arabista Prof. D Rafael Valencia en conversación particular advirtiendo que por algún error se escribe Cashira donde se debió escribir Cashari. Un cambio de vocales, una dislexia, dice.  En Casariche hubo salpicaduras de la Batalla del Salado, 1340, (Batalla del Río Yeguas ) pero no se nombra nuestro pueblo como tampoco en la del Madroño, 1462,[iii] (con  moros ahogados en el río). Sí se nombra, y con todas sus letras,  en el Informe de Caraveo que Carlos I mandó pedir en 1 555 para hallar el valor de la Encomienda de Santiago de Estepa antes de vendérsela a D. Adam Centurión. En esta fecha nuestro pueblo tenía 10 vecinos ( unos 50 habitantes). Casariche siguió dependiendo de Estepa (Vicaría Vere Nullius en lo religioso y Marquesado[iv] en lo civil.). Sobre 1 823, emancipada del marquesado, se constituyó en villa. De esto ya hablaremos.

En cuanto al topónimo, parece claro que el nombre proviene de CASHIRA, o sea, CASHARI,  como hemos visto,  si bien se ha dado por cierto (y creemos que no se debe desdeñar la posibilidad)   que pudiera provenir de CASAR ICTIS, (vid GLOSARIO DE VOCES IBÉRICAS Y LATINAS USADAS ENTRE LOS MOZÁRABES, pág. 114, de Francisco Javier y Simonet, tomo I). Casar  es un grupo de casas. Ictis significa comadreja. Casar ictis sería caseríos  con comadrejas, terreno de comadrejas como Zahariche podría significar terreno seco poblado de comadrejas. El grupo CT del latín se convirtió en CH ( pectus= pecho, factum= hecho, lacte= leche). La i se transformó en E. Se han propuesto otros orígenes  pero sin consistencia científica ninguna de ellas:

CASAS DE HELICHE, pues el adalid, Domingo Muñoz, Señor de Heliche, que acompañó a Fernando III en la reconquista de estas tierras, pudo tener aquí algunas tierras y casas.No parece posible esta teoría;

CASAS DE LECHE. Esta posibilidad se diluye al tener en cuenta que Casariche jamás se distinguió por ser un centro eminentemente ganadero y de tal categoría que se distinguiera de otros similares.

DEL SEÑORÍO DE ESCRICHE. El Sr. Estepa López, infatigable buscador de toda clase de noticias relativas al pueblo, ha intentado ver aquí el topónimo buscado.


De propio intento he dejado de reseñar, para hacerlo ahora, una ocurrencia que tuvo un profesor de Filosofía y Letras, hijo de D. Domingo Caballero, el Maestro que tanta buena huella dejó en Casariche. Dijo, irónicamente, CASARICHE= CAESAR HIC EST = César está aquí. Y el autor de este escrito ha sugerido al Ayuntamiento que bien podría ponerse a la entrada del pueblo, de forma elegante y llamativa, esta frase latina CAESAR. HIC. EST. El Ayuntamiento no lo ha hecho, pero sí los constructores del Museo, que la han colocado debajo del busto de César. Sería una llamada de atención al visitante que le serviría de reclamo para que se interese por nuestra Historia. No decimos que de ahí vino el nombre despueblo, sino que César estuvo aquí. Porque en los tiempos que estamos no es cierto que  “el buen paño en el arca se vende”. Ahora hay que sacarlo para que se vea. ¡Y es tan buen paño nuestra Historia particular…!

José Herrera Rodas



[i] Sobre Ventippo y su localización publicarremos un trabajo próximamente y haremos mención a la Villa del Alcaparral y el mosaico Juicio de Paris.
[ii] Tartesos era un pueblo ibérico situado a orillas del Guadalquivir, aproximadamente por Jerez y toda la marisma. Se extendió hacia el Este, llegando hasta Cartagena.
[iii] Se tratarán en breve.
[iv] También será objeto de un estudio pormenorizado

14 feb 2015

SOBRE LA HERMANDAD DE SAN ANTONIO DE CASARICHE


CALLE PÓSITO ( SAN ANTONIO) Y DESAMORTIZACIÓN





La Hermandad de San Antonio de Padua de Casariche se fundó  antes del año 1771, fecha en que se construyó la ermita en la calle Pósito, esquina con la Plaza donde está el actual Ayuntamiento, sufragada con limosnas de los hermanos  y del vecindario. El PÓSITO (institución benéfica de origen antiguo) era un almacén de grano (cebada, trigo, avena, arvejas, etc.) que tenían todos los ayuntamientos para prestarlo a los labradores pobres con el fin de que pudieran sembrar  sus campos, si no tenían semilla. En Casariche el Pósito estaba ubicado en la actual Casa de la Cultura (Biblioteca). Como en muchos pueblos, el Pósito daba nombre a la calle donde se ubicaba. Esta Hermandad fue clausurada a principios de 1787 por orden del Sr. Vicario de  Estepa, después “de Bendecirla y estar Diciendo missa en ella Bastantes años rezando todos los días a las oraciones del Santo Rosario por el Sugeto que estava a el  Cuidado y Limpieza…siempre ha sido ¿escuela? de primeras letras”, según escribían  varios vecinos al Vicario General el 16 de (no se lee) de 1787 solicitando licencia para que se abra la referida Hermita y se celebren las Missas…” (Tanto en ésta como en todas las citas que se transcriben se ha respetado la ortografía del original) . Poco después, con fecha 27 de Abril de 1787 concede la licencia para que siga con sus funciones y autoriza  que se traslade a la Ermita de San Antonio la imagen de este santo y los ornamentos, que estaban en la Parroquia, y que se celebre Misa los días que no sean festivos.
  1. Es lógico  que la Hermandad existiera  antes de la construcción de la ermita, pues ella fue la que mandó construirla y pagar todos los gastos (Hace bastantes años aparecieron espercidas en las calles del pueblo las hojas arrancadas del libro de cuentas de la construcción. Ya no existe)
  1. El 30 de Diciembre de 1789, “Juan de Torres y Dª María Escacena moradores de este lugar como hemos tratado y nos hemos comprometido el hacer donación al Sr. San  Antº. De Padua de este Lugar de dos $ (fanegas) de tierra que tenemos en el Partido del Campanario linde  con otras del mismo Santo y Juan López Ruiz, y las donamos para el Culto al Sr. San Antonio y su Hermita, puramente irrevocable haora ni en tpo. alguno”.
  1. Debió de pasar diversas vicisitudes, porque el primer libro que pude consultar de la misma está fechado   el 13  de junio de  1790  y  en  él  se  dice:  “ Libro donde se han de fixar las Quentas del Señor San Antonio de Padua, por los hermanos  que para este fin se nombren; principia desde el día 13 de Junio de 1790 años”..Los documentos anteriores a 1790 son pliegos u hojas sueltas que recogen donaciones, contratos, escrituras, pero no forman un libro.
Siempre ha recibido muchas donaciones. El 13 Agosto de 1 787 el presbítero y vecino de Casariche D Bartolomé de  Sojo dona..” a la Hermandad del Sr. San Antonio de Padua de este lugar sita en la Capilla o Hermita de la calle del Pósito el Horno de Poya que tengo mío propio contiguo a dicha Hermita para que con sus rrentas siempre puedan…. adornar dicha Hermita…”  (Así se llamaban los hornos de cocer pan que no cobraban en metálico, sino en especies, el importe de la cochura). Las cuentas de la Hermandad  recogen como ingresos anuales 600 reales de vellón que le cobraban al arrendador.



La Hermandad siguió existiendo, unas veces autorizada por la Jerarquía y otras a pesar de ella. Muchas veces tenían que pagar a alguna persona para que hiciera los asientos contables, como, por ejemplo, “dose reales por la formación de estas cuentas”. Los ingresos provenían, como se ha dicho, de donaciones, limosnas, más  rentas de las fincas y del horno, etc, como rezan estos asientos: “De un zerdo que le donaron al Santo, 80 rles”... Dos y media fanegas de trigo a precio de 38 rles que hasen nobta y cinco”,

Algo serio volvió a  pasar porque el 4 de marzo de 1 818 se clausuró de nuevo..

No se crea que es sólo la Hermandad de San Antonio la que tenía problemas cada cierto tiempo. El Vicario General y Juez Eclesiástico de Estepa, Dr. D. Pedro José Baena y Núñez en visita girada el día 31 de Diciembre de 1832 encontró en los libros de cuentas y estatutos de las “Hermandades Y Cofradías de Ntro. Padre Jesús Nazareno =de la Santa Cruz=de Ntra. Sra.  del Rosario de hombres y mugeres = de Ntra. Sra. De la Encarnación = de Ntra. Sra. De los Dolores= de Ntra. Sra. Del Carmen=del Patriacha Sr. San José de mugeres= y de San Antonio de Padua de este pueblo de Casariche, y obserbado varias informalidades en los mas de ellos y sobre todo no hallarse aprobadas dichas Hermandades y Cofradías por el Real   Consejo,   como está   mandado, …mandó que por el Cura
Párroco de este citado pueblo que intime a los hermanos mayores…impetren las debidas licencias….”

El 1º de junio de 1841 el Cura Francisco Muñoz de León, tras haber “notado en ellas (las Hermandades) informalidades y abusos que pueden dar pabulo a la codicia con grave detrimento del culto debido a Dios…..me ha parecido atajar  provisionalmente  los males de que adolecen. Contrayéndome por ahora a la de San Antonio de Padua en la que encuentro al hermano mayor solo…se dirige al Alcalde Constitucional solicitando permiso para reunirse con algunas personas con las que iniciar de nuevo la andadura de la Hermandad.. En el margen del escrito del Párroco contesta el Alcalde: “Casariche 4 de Junio de 1841. Conforme con lo espuesto en este oficio, desde luego doy permiso  al Sr. Cura para que proceda a la reforma de esta Cofradía. El Alcde. Único Constitucional, Francisco Morales.

No debe de extrañar que el Cura tuviera que pedir permiso al Alcalde para reunirse con un grupo de vecinos, pues la situación era muy comprometida ( como explica el profesor Lazo Díaz  en su obra “La desamortización eclesiástica en Sevilla” de donde he tomado algunas notas) y sólo se permitían las aglomeraciones o reuniones de fieles por razón del culto, o de hermandades ( y ésta no lo podía hacer por estar clausurada).

Días después, el 15 de Junio se reúne con treinta vecinos “ y habiéndoles  informado del triste abandono en que se halla la Cofradía del Sr. S. Antonio de Padua , los invitó a la reparación y fomento de la misma. Fue nombrado hermano Mayor y Depositario  Don Francisco López. Acto seguido se procedió a hacer un inventario de los bienes que, como dato curioso, que hace años  copié, inserto. Es el siguiente:
  • Una Hermita o Capilla titulada de San Antonio calle de dicho Santo.
  • Un horno de cocer pan en dicha calle  esquina de la plaza.
  • Cinco aranzadas de garrotal, partido del Campanario.
  • Una y media fanega de tierra calma, linde a otro garrotal.
  • Tres y quarta fanegas de idem, partido del Cerro del  pino,linde los pios.
  • Un vestuario de tisú de oro compuesto de casulla, estola, manípulo, paño de cáliz y bolsa de corporales.
  • Otro idem de damasco encarnado y verde ordinario (Estos dos parece son de la Parroquia)
  • Otro idem negro.
  • Un alba con encaje ancho. Otra idem ordinaria . Dos amitos, dos corporales un cíngulo de estambre
  • Dos palios. Cinco purificadores.
  • Un claliz, patena y cucharita de plata.
  • Un plato con dos vinageras de cristal
  • Dos pares de manteles del altar del Santo.
  • Cuatro candeleros y una campanita de metal.
  • Dos ….altares ,una toalla en la sacristía.
  • Una cruz de madera y una silla en la sacristía.
  • Una mesa y cajones para la ropa de sacristía.
  • Dos bancas, un banco  y una lámpara de metal.
  • Un púlpito que está hoy en la Parroquia.Dos paños para el Sto. Uno blanco y otro  de damasco encarnado.
  • Diez esteras de esparto para la capilla y sacristía.
  • Unas andas para el Sto y dos banquillos.
  • Un estandarte de damasco encarnado con varay xcruz de hierro,el cordón de seda.
  • Dos bastones para pedir. Un arca con su llave.
  • El Santo, con diadema de plata. Un ramo con seis azucenas de id. Otro de flores contrahechas para la mano.
  • Dos ramos grandes de id. Con masetas.
  • Un peto  de damasco encarnado.
  • El Niño que tiene el Santo en sus manos con potencias de plata , cuatro joyitas chicas, una grande u dos vestidos.
  • Un rosario sobredorado , de plata, el mundo y una joyita de id.
  • Dos esquilones chicos, y una escalera de plata.
  • Mas: una caja de oja de lata para las hostias y dos tornillos de hierro con sus tuercas para poner al Sto. En las andas.

A continuación se procedió a arrendar las fincas rústicas. El 12 de Julio se arrendó el horno por 600 reales al año, pagaderos mensualmente. Estaba allí el actual  arrendador, y se convino que se le renovara el Arrendamiento.

Desamortización.

Reinando en España la Reina Regente María Cristina, el año 1836, el Ministro Mendizábal, (que cesó ese mismo año), sucedido por Madoz, y con el fin de conseguir dinero para las maltrechas arcas del Estado, ordenó la venta de todos los bienes del clero regular (conventos….) y secular (parroquias, hermandades….). En Casariche la desamortización afectó a las 962 Has. de las monjas Clarisas de Estepa (Patronato) y a otras de los Mínimos. También se desamortizaron todos los bienes de las hermandades, principalmente los de San Antonio y La Encarnación. Baste decir que el 28´30 % de las tierras de nuestro pueblo eran de la Iglesia ( todavía se conservan nombres: Haza Dios, Fuente de la Virgen, Huerta de las Ánimas- donde yo me crié- etcétera).

Parece que, funcionando o extinguida, hubo miembros de la Hermandad   que lucharon por recuperar los bienes enajenados y, al no conseguirlo, intervino el Arzobispado, como se ve por este documento: “En la villa de Casariche a veinte y siete de Enero de mil ochocientos ochenta y cuatro bajo la Presidencia de D. Francisco Martín León, Pbro., cura ecónomo de su única Iglesia Parroquial  se reunieron en sesión los hermanos de la hermandad del Sr. S. Antonio de Padua de esta villa, acordando autorizar a su Hermano mayor D. diego Sojo Gómez para que, ante Notario público  dé poder bastante al Sr. D. José  Segar…. Gescon apoderado general de este Arzobispado para entablar la correspondiente demanda contra el Estado en reclamación de indemnización por los bienes pertenecientes a esta Hermandad y enagenados  por el Estado , con facultades para representar a esta corporación en todo lo que a este asunto se refiera y lo firman los que saben hacerlo en la fecha ya citada…”

Debió de  disolverse la Hermandad ya que a continuación,  al final de las cuentas del año 1817, firmado por un interventor (ilegible) aparece el siguiente escrito: “Este Libro con el cuaderno de cuentas suelto se entrega a D., José Aceijas, sustituto del Sr. Don Manuel Motesinos Cura Párroco actual .20 de Agosto de 1827. En la hoja siguiente se lee: “En la villa de Casariche,  correspondiente al arzobispado de Sevilla, Arcipestrazgo de Estepa a trece de junio de mil ochocientos ochenta y siete, ante mí el infrascrito cura ecónomo de la única Parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación, los individuos que desean pertenecer y dar vida a la estinguida Hermandad del Sr. San Antonio de Padua, conformándose a seguir las constituciones aprobadas…”  Y continuó unas veces funcionando y otras clausurada...


Así llegamos a 1936. Una bomba-  parece que de las dos  que en la Guerra Civil se arrojaron a nuestro pueblo- destruyó parte de la ermita que permaneció así muchos años. Luego se restauró y se convirtió en lugar de reunión-Teleclub- de los jóvenes que allí se juntaban para ver la Televisión. Posteriormente Don Manuel Gómez Medina la  permutó por el Salón Parroquial sito en Calle Luna construyendo en su lugar un bloque de pisos y el Banco.

Mi sincero agradecimiento a los Sres. Párrocos de Casariche, D. Ildefonso, D. Manuel Horta Gotor, Prudencio Giráldez Sojo y D. Antonio Rodríguez Salamanca  por las facilidades que me han dado para consultar el Archivo Parroquial y fotocopiar algunos datos.

                                                                          José Herrera Rodas



24 jul. 2019

NUESTRA FERIA ANTIGUA

Es interesante conocer algunas particularidades de nuestra feria de últimos del siglo XIX y primer tercio del XX. Haciendo notar, desde ya, que siempre ha sido la mejor de nuestros alrededores.

Como nosotros traemos en nuestros genes ser exagerados en casi todo, lo comprenderemos bien. Ahí va un detalle: LA PAÑOLÁ. La Pañolá era la costumbre que tenían nuestros abuelos de regalar a sus damas un puñado de caramelos y dulces, envueltos en un pañuelo. Pero algunos eran tan extremosos que en lugar de en un pañuelo liaban sus confites en una SÁBANA. Y las transportaban en un carillo de mano o en un burro. ¡ CASI NÁ!

Otra costumbre que ha desaparecido era ir a la estación a esperar la llegada de la Banda de Música, que casi siempre era   de Alcaudete (Jaén). Llegaba en el tren correo y desde que se apeaban del vagón empezaban a tocar AMPARITO ROCA desfilando hasta llegar al Ayuntamiento. Luego se iban alojados a distintas casas particulares, porque no había dinero para pagarles la fonda.

No faltaba ningún año el Circo. Se instalaba al comienzo de la calle Aserradora. Y allí, un vendaval,  destrozó el gran circo FERRONI. Había en nuestro pueblo mucha afición al circo.

Finalmente queremos recordar que el Real de la Feria era la Calle La Palma y la Caseta se instalaba en la Plaza José Ramón Parrado Cano, separada del público por una valla de madera. Entraba quien podía pagar la entrada; los demás, mirar y oír la música.

Os deseo a TODOS una feliz feria.

José HERRERA RODAS

24-VII-2 019

12 jul. 2019

CALLE DE LAS MONJAS

Hace muchos años la actual calle Santiago Apóstol era el camino que  conducía desde Estepa, Puente Genil, Herrera,etc hasta el cortijo de El Patronato. Las novicias (mujeres que se preparaban para ser monjas, pero que ya vestían igual que ellas) podían salir del convento; las monjas no. Estamos hablando del Convento de Santa Clara de Estepa.  Eran de Clausura, esto es, que cuando pasaban de novicias a monjas, no podían salir salvo por causas muy especiales.  Pues bien, estas novicias  pasaban temporadas en el Patronato, y como el camino era la calle mencionada, se le llama desde  entonces CALLE DE LAS MONJAS. 

El actual Patronato era uno de  latifundios del Marquesado de Estepa que comprendía  los pueblos y términos del actual Partido Judicial de Estepa, más Miragenil, Alameda y Campillos .   D. Juan Bautista Centurión,  II Marqués de Estepa (1543-1565),  y su mujer, Dª María Fernández de Córdoba, fundaron el Convento de Santa Clara; en él entró su hija de diecisiete años con el nombre de Sor María de Santa Clara, que fue la primera abadesa (directora) y   construyeron en El Patronato una capilla y habitaciones para el descanso y estudio de las mencionada novicias, que, como se ha dicho, pasaban allí algunas temporadas. Y naturalmente la actual calle Santiago, repito, era su paso obligado.

Si estos apuntes tienen aceptación, dedicaré uno o dos a tratar del Marquesado de Estepa, pues nuestro pueblo perteneció a él, y hasta es posible que D. Miguel de Cervantes, cuando era recaudador, estuviera aquí antes de escribir su Quijote

Desde aquí hago una invitación a la dignísima Corporación Municipal de nuestro pueblo para que algún día- y que perdone el Apóstol Santiago- se siga llamando la vía que nos ocupa CALLE DE LAS MONJAS.



10 jul. 2019

CALLE LA PALMA


                                            CALLE LA PALMA

Así se llamaba a la actual calle Ramón y Cajal, antes Reina Regente. El nombre de

LA PALMA se debe a que había una palmera en el bar que, junto a la tienda, llamada de Las Cosanas, estaba situado a la altura de las casas de D. Rafael Rodríguez y la  antigua de Basilio (María Parrado). Estas Cosanas eran las abuelas del  fallecido alcalde y veterinario, D. Francisco Cosano Nieto.  La taberna  era frecuentada diariamente por los carreteros  que venían de Corcoya, trayendo el mineral. Ya sabemos, que los minerales de la Mina Melita, en Sierra Cabrera, se
traían a Casariche para transportarlos en el tren a Málaga, a los Altos Hornos de Loring y Compañía. Desde Agosto de 1865, fecha de la inauguración de la línea férrea de Córdoba a Málaga, hasta 1901 el transporte a la estación de Casariche se hacía en carretas; desde 1901 en adelante, por vagonetas aéreas hasta la Huerta de la Pasadilla, o del Tío Martín, o del Cable, como ahora se conoce.

Las carretas pasaron por nuestra calle durante 36 años y es  lógico pensar que los  sufridos carreteros harían una breve parada, con olor a aguardiente, en la mencionada tasca. La inauguración del cable aéreo supuso un duro golpe a  la venta cuya palma dio nombre a nuestra calle.

Casariche, julio de 2019
José Herrera Rodas

28 jun. 2019

TOPÓNIMOS DE ESPAÑA


                    TOPÓNIMOS DE ESPAÑA          
                                                                                  José Herrera Rodas
                                                       Guadalajara en un llano                 
México en una laguna.
     Me he de comer esa tuna 
     Me he de comer esa tuna 
    Me he de comer esa tuna 
      aunque me espine la mano.
(tuna= higo chumbo)
                                                
Recordando esta letra de Jorge Negrete,  la mayoría de nosotros  pensamos que era curioso que hablara de una ciudad española que tuviera hermana en Méjico. De esto hace ya muchísimos años. Y hoy sabemos que hay ciudades españolas que no sólo tienen una, sino  dos ,  tres… y hasta cuarenta hermanas en América, especialmente en América del Sur. Por curiosidad:

GUADALAJARA………..19
VALENCIA……………... 53
ZARAGOZA……………. 49
TOLEDO………………..  43
MADRID…………………   9
BARCELONA……………30
Córdoba, León , Mérida, etc

La mayoría de estas ciudades están en América del Sur, y son fruto del Descubrimiento de América. Hay más, muchas más, que la habilidad,  curiosidad y juventud de los lectores podrán descubrir.

1 jul. 2016

CNEO POMPEYO Y CAYO JULIO CÉSAR PASAN EL RÍO YEGUAS POR LA ATALAYA


Se ha derramado mucha tinta y gastado mucho tóner exponiendo las luchas entre César y Pompeyo o sus hijos. Luchas que terminaron  en la Batalla de Munda  el día 17 de marzo de -45,  siguiente de la toma de Ventippo. Y más aún tratando de justificar que esa batalla se dio en Montilla, en Casariche, en Ronda, etc. Últimamente parece demostrado que fue en Lantejuela, ubicando a Ventippo en La Atalaya, de nuestro término. Pero no vamos a insistir en  el tema del emplazamiento de este oppidum,  y sí decir que ya está casi unánimemente admitida la afirmación que hemos hecho: Ventippo= Atalaya de  Casariche.


Este mapa, que comprende los caminos romanos en torno a Ventippo,  debido al catedrático de US Sr. Corzo, adolece de un error: ubica Ventippo en el camino (actual carretera) de Corcoya a Casariche. Nosotros hemos dibujado un poco más al Norte una calzada que, pasando por Badolatosa por un Vadus Latus[1], vado ancho,  sigue por el cortijo de Villalata, llega a Ventippo, cruza el Rio Yeguas  y conduce a La Salada.  En La Atalaya de Casariche, localización del oppidum Ventippo, aun pueden verse restos del puente.
  
Esta calzada no era conocida en Casariche cuando, de la mano de D. Domingo Caballero, (eminente Maestro y profundo conocedor del mundo romano y su lengua) recorrimos el término infinidad de veces.  Conocíamos los cimientos del puente  y los de un  arco de Triunfo o monumento junto al mismo, pero no encontramos la vía, hasta que un día, observando un sembrado de trigo, pudimos ver que en dirección a Badolatosa y en el centro del mismo, había una banda ancha del cereal de unos 10 ó 12 metros de anchura, de color amarillento que atravesaba todo el sembrado y contrastaba con el verde intenso de toda la finca (enorme bandera de Andalucía). Nos enteramos de que el dueño pensaba brabanear ese terreno y le pedimos permiso para presenciar las labores; nos lo dio, pero  las realizó sin llamarnos ¡¡Aquello era  una calzada!!  Era la calzada  -y repetimos- que saliendo de la que unía Córduba con Anticaria, atravesaba el Genil en Badolatosa,  por un Vadus Latus, vado ancho, seguía por Villalata, pasaba por Ventippo y atravesaba el Rio Yeguas por el puente que hemos referido. Es lo que nos hemos permitido señalar sobre el mapa del Sr. Corzo.



[1] Éste no es el topónimo de Badolatosa, sino Val de la Toça, como escribe Caraveo  en el informe de la valoración que hizo de la Encomienda de Santiago antes de ser vendida a D. Adam Centurión.

8 abr. 2016

1 410, ACAMPADA DEL INFANTE DON FERNANDO DE ANTEQUERA.

Cuando el Infante D. Fernando, después Fernando I de Aragón, el primer Trastámara, se dirigía a la conquista de Antequera, pasó por nuestro río, casi con toda seguridad por El Rigüelo, acampando allí hasta que le llegaran refuerzos y material de asedio desde Sevilla. Al avisarle que estos cruzaban el río por La Roda, por la Pasá a Graná, dispuso que levantaran el campamento. Alguien le preguntó que a qué hora saldrían, y contestó:

 ''Que nos salga el sol por Antequera; y que sea lo que Dios quiera''

Como todos saben, han quedado estas palabras como modismo de osadía impremeditada. José Mª. Pemán, Guías de España-Andalucia. Edic. Destino.Barcelona.1958, pag.415).

Se dice que el Adelantado Per Afán vino de Sevilla trayendo la Espada de San Fernando y que se la entregó en Alhonoz; otros que fue en la acampada del Río Yeguas, y otras, finalmente, que fue en Humilladero. Sí que la tomó con el máximo respeto y le  enardeció sobremanera.

Parece necesario apuntar cómo es por el actual término de Casariche por donde  cruzaban el río Yeguas los ejércitos, recuas, viajeros procedentes de Ecija. Para ello nos permitimos copiar de Francisco J. Jurado Muñoz (Apuntes históricos de la Villa de Herrera y su entorno, pág.129):



“Durante la larga conquista del Reino de Granada la ciudad de Écija se convirtió en cuartel general de los ejércitos cristianos, siendo éste el punto de reunión de los ejércitos del Reino de Sevilla y los procedentes del Reino de Castilla. Desde Ecija se comenzaba la entrada hacia la Vega de Granada en tres o cuatro jornadas por el camino de Antequera. Desde Ecija se dirigía hacia…. el castillo de Alhonoz; desde aquí se hacía otra jornada que consistía en cruzar el río de Las Yeguas….”.

21 ene. 2016

23 DE ENERO DE 1516, MUERTE DE FERNANDO EL CATÓLICO, EL ÚLTIMO TRASTÁMARA.

El día 23 de Enero de 2 016, es el 500º aniversario del nacimiento de Fernando II de Castilla y V de Aragón, que, sin duda, pasará inadvertido en nuestra comarca para la mayoría de sus habitantes, pese a  haber sido la  misma escenario de su reiterado caminar por ella (al menos cuatro veces), y  haber pernoctado en Pontón de D.  Gonzalo (Puente Genil) y junto al Río Yeguas entre Casariche y La Roda, como en próxima entrega trataremos de reseñar y justificar. La efemérides nos  invita a escribir unas notas de su biografía, especialmente referidas al final de su vida,  que en breve completaremos con otras de su historia.  Pretendemos con ellas conmemorar este evento y de alguna manera llamar la atención de personas inquietas intelectualmente de los pueblos comarcanos  para exaltar la figura del Rey Católico fuera de toda connotación política o religiosa y recordar que anduvo por aquí.

 Fernando II de Castilla y V de Aragón,  vivió entre dos  casualidades que le deparó la vida; la primera fue que nació en SOS, una aldea de la comarca de Las Cinco Villas en la provincia de Zaragoza. (La última fue su postrero e inacabado viaje a Andalucía). A finales del invierno de 1452, sus padres, Juan II ,rey de Aragón y su esposa Juana Henríquez estaban en Navarra. Allí se disputaban la corona de este Reino dicho D. Juan II y su hermanastro D. Carlos, tenido del primer matrimonio de éste con Dª Blanca. Aproximándose la hora del alumbramiento, Dª Juana quiso que el acontecimiento tuviera lugar en tierras aragonesas, por lo que se trasladó a la Villa de SOS, alojándose en el Palacio de Martín de Sada en el que  a las 11 de la mañana del 10 de Marzo del referido año nació Don Fernando. Años después se añadió al escueto nombre de la villa  la coletilla que hasta hoy lleva: Sos del Rey Católico.

  Esposo de Isabel I de Castilla desde 1469, con el título de Reyes Católicos, consiguieron terminar la  reconquista de Granada, el descubrimiento de América, la unidad nacional etc. Como uno de sus objetivos fue la alianza con otros reinos para asegurar la paz y estabilidad de sus dominios,  los cinco hijos que sobrevivieron fueron destinados en matrimonio como sigue:


                       Isabel de Aragón, con el Infante Alfonso de Portugal;
                      Juan de Aragón, con Margarita de Austria;
                      Juana, apodada La Loca, con Felipe llamado El Hermoso;
                      María de Aragón, con Manuel I de Portugal y
                     Catalina de Aragón, con Enrique VII de Inglaterra ( y tras enviudar, con                                   Enrique VIII)

Se le reconocen a D. Fernando varias amantes: Aldonza Ruiz Ivorra, de la nobleza catalana, que le dio dos hijos, Alonso, que fue Arzobispo de Zaragoza y Juana, casada con un noble, y  Toda de Larrea, hija de un preclaro personaje portugués, de la que nació Esperanza, que fue abadesa de un convento…..

Muerta su esposa, La Reina Isabel la Católica, posiblemente de un cáncer de útero, el 26 de noviembre de 1504, a los 53 años y procurando  Fernando por todos los medios que su yerno Felipe, llamado el Hermoso, no reinase en España, se alió con su mayor enemigo, Luis XII de Francia, y se pactó que se casaría en segundas nupcias con la sobrina de éste, Dª Germaine (Germana) de Foix, de apenas 18 años.  Este enlace suponía el peligro de que, de haber descendencia del nuevo matrimonio, Aragón se separaría de Castilla, lo que otra casualidad evitó, ya que tres años después del enlace Dª Germana tuvo un hijo varón, que murió a las 6 u 8 horas del alumbramiento. La ilusión de los esposos era tener otro hijo que heredara, si bien la capacidad de Fernando para optar a otra paternidad estaba bastante disminuida  por su edad, 56 años (muchos para aquellos tiempos) y por sus numerosos achaques. Entonces el matrimonio recurrió a los remedios en boga, lo que obligó al esposo a tomar con frecuencia caldo  de testículos de toro, considerados buen afrodisíaco, que Dª Germana le preparaba con fruición, sin que diera resultado, simultaneando esta dieta con la toma de altas dosis de polvo de cantárida o mosca española”, un pequeño escarabajo verde parecido a la mariquita.

La mosca española (cantárida), muerta y desecada, se convertía en polvo rico en cantaridina  y se tomaba en pequeñas dosis. Es otro afrodisíaco y vasodilatador,  (la viagra de entonces) pero de tal manera venenosa que un gramo es suficiente para matar a cualquier persona. Don Fernando no entendía de esto; sólo le animaba el deseo de dejar un heredero. Y enfermó. Se decía que de yerbas que Germana le había dado para fortalecerlo y el cronista Jerónimo de Zorita que “fue un potaje que la reina le hizo dar para más habilitarle” [1].

Dice Luis Suárez[2]: “Fernando había decidido emprender un viaje a Andalucía, pero, al llegar a una aldea cercana a Trujillo, Madrigalejo, falleció el 23 de enero  de 1516” Viajaba el Rey por Cáceres intentando llegar al Monasterio de Yuste (para ver a su nieto Fernando), el que sería residencia de su otro nieto  Carlos I,  arrastrando una salud bastante deteriorada. En Madrigalejo, se agravó y tuvo un ictus que le costó la vida. Tenía 63años,10 meses y 13 días. Era el jueves día 23  de enero de  1516. La casualidad de este viaje cierra el paréntesis abierto por la primera. Un siglo después, en 1616 el 23 de abril, morían Cervantes y Shakespeare.

José Herrera Rodas



[1] ABC.es,14-12-2014
[2] Luis Suárez, LOS REYES CATÓLICOS, pág.835.Edit. Ariel, Barcelona, 2004

23 feb. 2015

SECUESTRO DE D. FRANCISCO AGAPITO.


Cuando viajamos por carretera desde Corcoya a Alameda,  antes de llegar a este laborioso pueblo, topamos a la derecha con el camino que utilizaban las galeras y diligencias que unían Granada y  Sevilla. Si lo seguimos unas decenas de metros veremos  una cruz justo en el ángulo que forma nuestra vía con otra que sale a su derecha, que es el que pasa por El Rigüelo, Almajar, Puntal  y se unía a la anterior antes de acceder a Osuna. Esa cruz está allí perpetuando la memoria de D. Francisco Agapito.                                                                                                 

Era la mañana del jueves 10 de marzo de 1870. D. Francisco Agapito, (lameato o alamedano), de 58 años, miembro de una familia casi acomodada, conocida por Los Vitorinos,  casado con D.ª María Gallardo era  padre de cinco hijos. Por su delicada salud, sólo  realizaba pequeños  trabajos agrícolas. Por eso, con su escardillo y su burro, esa mañana se fue a El Calvo, olivar de su propiedad situado entre los dos caminos  que se han referido, a media legua del pueblo. Serían las diez cuando se le acercaron dos hombres a caballo y, amenazándolo para que obedeciera y no gritara, le taparon los ojos  con una venda, le pusieron en lo oídos tapones de yesca y, enfundado en una capa,  lo montaron en el caballo de El Alberto que era un ex presidiario escapado de la cárcel llamado Antonio Romero Pozo, natural de Antequera. El otro se llamaba José Carrascoso Gamboa, y le decían  El Maruso,  A través de los olivares, para no ser vistos, pasaron por los cortijos Los Jarales, Caserío Viejo, Santa Rita, Jarilla y llegaron a El Rigüelo, o Vado Febrero, que así también se llamaba. Aquí los sorprendió la Guardia Civil y se cruzaron varios disparos, pero lograron huir y esconderse. Ya anochecido se acercaron a la huerta del Tío Martín, su destino, junto a la Fuente Arriba  Esperaron ocultos el momento de acceder. Entonces fue cuando don Agapito oyó dos ruidos que no supo identificar: el del tren y las sonajas del molino de la Pasadilla.

Amparados por las sombras de la noche, llegaron a la casa y allí los esperaba el Tío Martín, que estaba avisado. Nada más descabalgar, el viejo hortelano lo  introdujo en una cueva cuya entrada estaba camuflada con ramas, le pusieron una traba de hierro en los pies y, sin darle de comer, lo dejaron allí toda la noche. Los tres se fueron a la cocina a cenar y a comentar las incidencias. Acordaron que el día siguiente se reunirían con el resto de la banda para fijar el la cuantía del rescate.

Por la mañana, el Tío Martín bajó a la cueva y le llevó pan y habas verdes para que desayunara. Lo mismo hizo por la tarde y, llegada la noche, los tres se juntaron con sus compañeros Gagarrache  y el hijo del viejo, José Baena, El Bellotita y fijaron dicho rescate en ocho mil duros, unos 240 €, un capital para aquel tiempo. Prepararon avíos para escribir y una tabla para que sirviera de mesa, y a la luz de un farolillo, el hortelano y El Alberto  bajaron a la cueva y obligaron a D. Francisco a que escribiera lo que le dictaban. La manera de entregar el dinero era curiosa. El día 25 tenía que salir una persona de confianza de  Alameda, en un mulo  negro, con una cencerrilla, descalzo  de un pie y con el zapato en la mano. Iría a  Martín de la Jara siguiendo determinado camino y se alojaría en la posada. La carta escrita por el secuestrado la pusieron, para despistar, en la oficina de Correos de Campillos, como consta en el matasellos

Doña María recibió la carta  con la alegría de saber de su marido y con la pena de no tener el dinero necesario para rescatarlo ni aún vendiendo su hacienda. Comisionó a su sobrino, José Melero, que salió el día señalado y por el camino indicado, llevando otra carta pidiendo clemencia. La entrevista fue borrascosa, violenta, y los secuestradores se avinieron a rebajar la cantidad que pedían a treinta mil reales, unos 45 €, mandando otra carta a la apenada D.ª María.

Mientras, el trato al cautivo era cruel. Baste una muestra: Un día el Tío Martín creyó ver removidas las ramas que ocultaban la entrada de la cueva e interpretó que había intentado escaparse. Y para que no  pudiera arañar, le colocó un “guante” es decir una astilla de jara en cada dedo entre la uña y la carne.

Familia y bandidos prosiguieron el contacto epistolar y, aunque no se consiguió rebajar más la cantidad, se fueron realizando pequeñas entregas. La última entrevista tuvo lugar  a las 9 de la noche del día 19 de abril en las gradas de la catedral  de Sevilla.  Allí llegó  el bueno de Melero con las monedas de oro en una bolsa. A una señal convenida, él y El Alberto entraron en una covachuela y éste recibió el dinero. Le mandó recado a  doña María de que al amanecer del  día 21 aparecería D. Francisco Agapito en la posada de la plaza de Archidona, que lo podían esperar pero con el natural sigilo. Allí fue la confiada familia, ¡¡pero el cautivo no apareció!!


Había ocurrido un incidente desgraciado. Nada más salir del tugurio El Alberto, se produjo una pelea y lo culparon. Lo encarcelaron, hasta que a los tres días quedó demostrado que no participó en la misma y lo pusieron en libertad. 

Llegado a la huerta, esperó que anocheciera para liberar a D. Francisco. Y para que sus ojos se acostumbraran a la luz y sus oídos al sonido, le quitó las vendas y las yescas y lo llevó a la cocina donde María Torres, la mujer  del Tío Martín, le preparó una buena cena. Estando en ella, llega el viejo hortelano entrando en cólera porque pensó que  al ser vistos por la víctima, podían ser descubiertos. Discutió con el Alberto y llegaron a las manos. El Tío Martín ahogó entre sus brazos a D. Francisco, y José, El Bellotita, su hijo, apuñaló por la espalda al bandido dejándolo sin vida. En un momento dos cadáveres yacían en la cocina. Entre el padre y el hijo los llevaron a la huerta, hicieron una fosa bajo un peral y los sepultaron. Ellos cenaron y se acostaron tranquilamente.

El Tío Martín huyó de Casariche porque se veía perseguido. Un día fue acusado de un robo de ganado en Antequera, que no cometió y dijo a la  Guardia Civil que él conocía el final de D. Francisco Agapito porque El Alberto, un bandido, se lo había explicado antes de huir. Pretendía granjearse la amistad de la Benemérita pensando y temiendo  que si lo descubrían, podía conseguir que su condena fuera más  benévola. Y la Guardia Civil, que ya estaba informada, lo trajo a la huerta y le mandó desenterrar a los cadáveres. Tras las autopsias fueron enterrados en nuestro cementerio. Era el 17 de julio de 1 870. Casariche preparaba su feria de ganados. El Tío Martín, y su esposa, fueron encarcelados en Estepa. Once días después lo trajeron a la huerta para que declarara sobre el terreno y, cuando regresaba  escoltado, sus compañeros de secuestros intentaron liberarlo al pasar cerca  de El Almajar; intentó escaparse y,  aplicándole  la Ley de Fugas, lo abatieron  de un disparo.

Si vas por  Alameda, lector amigo, desvíate por el camino que entonces utilizaban las galeras y diligencias que circulaban entre Granada y Sevilla.  Verás la fría piedra que forma una cruz decimonónica. Indica  el lugar del secuestro  en la finca El Calvo, hoy llamada de los Vitorinos. Su lacónica inscripción nos recuerda  esta triste historia. Dice así: “ D.O.M.  El 10 de marzo de 1870  fue secuestrado D. Francisco A. Delgado Giménez.  El 16 de julio su cuerpo sepulto se encontró inmediato a Casariche. La muerte fue violenta. R.I.P.”

José Herrera.

16 feb. 2015

ORIGEN DE CASARICHE Y SU TOPÓNIMO

Se ha pretendido relacionar el origen de Casariche con  la ciudad de  Ventippo[i]. Pienso que con un claro predominio de la buena voluntad sobre la justificación histórica. Y   no hay nada que permita establecer esa relación. Ventippo es una pequeña “ciudad” romana de origen ibérico situada  a orillas del Río Yeguas que está en el término municipal de Casariche, y Casariche un pequeño núcleo de población agrícola (4 ó 6, vecinos, unos 20 ó 25 habitantes) que surgió a orillas del mismo río pero unos tres kilómetros más al Sur.

Ventippo se fundó sobre un primitivo asentamiento ibérico bastante antes de que se iniciara nuestra era, cuando los Tartessos[ii] se extendieron hacia Levante. Casariche nació más de mil años después,  cuando el río Yeguas era ya   frontera  cristiano-nazarí y   la conquista de estos pagos, en 1 240, por el Rey Fernando III.

 La primera referencia escrita de Casariche data de principios de la segunda mitad del siglo XIV, hacia 1 360, y aparece en una “ carta que hay en los escritos árabes de El  Escorial,  publicada en el tomo IV de la Revista del Centro de Estudios Históricos  de Granada y su Reino  en 1914” que el malogrado Juan Antonio Romero Sánchez dio a conocer el 18 de agosto de 2 007 en las Jornadas de Historia, que con gran éxito se vienen desarrollando en nuestro pueblo desde 2004. En esta carta se dice que aquí, en Medina  Cashira, (Casariche) se juntaron los ejércitos del Rey Castellano Pedro I y el de Mohamed V de Granada antes de dirigirse a la conquista de Córdoba. Esto nos lo ha confirmado el eximio arabista Prof. D Rafael Valencia en conversación particular advirtiendo que por algún error se escribe Cashira donde se debió escribir Cashari. Un cambio de vocales, una dislexia, dice.  En Casariche hubo salpicaduras de la Batalla del Salado, 1340, (Batalla del Río Yeguas ) pero no se nombra nuestro pueblo como tampoco en la del Madroño, 1462,[iii] (con  moros ahogados en el río). Sí se nombra, y con todas sus letras,  en el Informe de Caraveo que Carlos I mandó pedir en 1 555 para hallar el valor de la Encomienda de Santiago de Estepa antes de vendérsela a D. Adam Centurión. En esta fecha nuestro pueblo tenía 10 vecinos ( unos 50 habitantes). Casariche siguió dependiendo de Estepa (Vicaría Vere Nullius en lo religioso y Marquesado[iv] en lo civil.). Sobre 1 823, emancipada del marquesado, se constituyó en villa. De esto ya hablaremos.

En cuanto al topónimo, parece claro que el nombre proviene de CASHIRA, o sea, CASHARI,  como hemos visto,  si bien se ha dado por cierto (y creemos que no se debe desdeñar la posibilidad)   que pudiera provenir de CASAR ICTIS, (vid GLOSARIO DE VOCES IBÉRICAS Y LATINAS USADAS ENTRE LOS MOZÁRABES, pág. 114, de Francisco Javier y Simonet, tomo I). Casar  es un grupo de casas. Ictis significa comadreja. Casar ictis sería caseríos  con comadrejas, terreno de comadrejas como Zahariche podría significar terreno seco poblado de comadrejas. El grupo CT del latín se convirtió en CH ( pectus= pecho, factum= hecho, lacte= leche). La i se transformó en E. Se han propuesto otros orígenes  pero sin consistencia científica ninguna de ellas:

CASAS DE HELICHE, pues el adalid, Domingo Muñoz, Señor de Heliche, que acompañó a Fernando III en la reconquista de estas tierras, pudo tener aquí algunas tierras y casas.No parece posible esta teoría;

CASAS DE LECHE. Esta posibilidad se diluye al tener en cuenta que Casariche jamás se distinguió por ser un centro eminentemente ganadero y de tal categoría que se distinguiera de otros similares.

DEL SEÑORÍO DE ESCRICHE. El Sr. Estepa López, infatigable buscador de toda clase de noticias relativas al pueblo, ha intentado ver aquí el topónimo buscado.


De propio intento he dejado de reseñar, para hacerlo ahora, una ocurrencia que tuvo un profesor de Filosofía y Letras, hijo de D. Domingo Caballero, el Maestro que tanta buena huella dejó en Casariche. Dijo, irónicamente, CASARICHE= CAESAR HIC EST = César está aquí. Y el autor de este escrito ha sugerido al Ayuntamiento que bien podría ponerse a la entrada del pueblo, de forma elegante y llamativa, esta frase latina CAESAR. HIC. EST. El Ayuntamiento no lo ha hecho, pero sí los constructores del Museo, que la han colocado debajo del busto de César. Sería una llamada de atención al visitante que le serviría de reclamo para que se interese por nuestra Historia. No decimos que de ahí vino el nombre despueblo, sino que César estuvo aquí. Porque en los tiempos que estamos no es cierto que  “el buen paño en el arca se vende”. Ahora hay que sacarlo para que se vea. ¡Y es tan buen paño nuestra Historia particular…!

José Herrera Rodas



[i] Sobre Ventippo y su localización publicarremos un trabajo próximamente y haremos mención a la Villa del Alcaparral y el mosaico Juicio de Paris.
[ii] Tartesos era un pueblo ibérico situado a orillas del Guadalquivir, aproximadamente por Jerez y toda la marisma. Se extendió hacia el Este, llegando hasta Cartagena.
[iii] Se tratarán en breve.
[iv] También será objeto de un estudio pormenorizado