18 jul 2020

MINA DE CORCOYA

 

A los casaricheños de buena voluntad 

l) INTRODUCCION

Discurso ante la presentación del monolito que el equipo que trabajamos en la historia de las minas, dió el autor del mismo, osea, yo.

Permítanme que inicie mi intervención dirigiendo la mirada el Cielo para agradecer al Altísimo que su inspiración nos haya permitido materializar en este acto y en los que siguen la ilusión que todos los  miembros del equipo involucrado en el trabajo hemos compartido de despojar de hojarasca y leyenda la verdad de la historia de las Minas de Corcoya.

 

Acabamos de inaugurar un monolito en memoria de los mineros muertos. Lo que hay detrás de cada accidente, y fueron muchos, nos ha hecho pensar en el  sufrimiento de las víctimas y en el de sus familias. 

 

2) CONDICIONES DEL TRABAJO

 

Las condiciones del trabajo en estas minas eran muy deplorables. No tenemos datos para informar de cuántos obreros trabajaban en cada turno, pero sí de que los mismos denunciaban constantemente su explotación e inseguridad. Hubo muchos accidentes y no sabemos cuantos muertos. Parece que está claro que se intentó ocultar tanto el número de accidentes como el de víctimas. Es curioso, por ejemplo, que en el librito NOVENA A LA VIRGAN DE LA FUENSANTA, publicado con motivo de la Romería  Comarcal de 1 909, su autor no menciona ni la mina ni los accidentes. Y que en menos de veinte días  de un accidente, un comisionado de la Empresa estuviera indemnizando a la familia. La mayoría de los datos que voy a dar son sacados de las Hemerotecas Históricas de El Imparcial, El Liberal, El Heraldo de Madrid, etc, que al parecer tenían un único e interesantísimo Corresponsal en Casariche, que firma todas las noticias, y del que no hemos podido obtener  ningún dato. Como personalmente invito desde aquí a mis compañeros a seguir investigando, creo que más adelante podremos informar sobre este curioso personaje.  Los enlaces informáticos se deben en su mayoría al corcoyano residente en Cataluña, D. Francisco Carrasquilla cuyo alias en el Foro era P-L-T-S.

 

Los capataces tenían por costumbre ubicar a los obreros corcoyanos y de los pueblos vecinos en los turnos de día y en los mejores puestos, como eran las galerías superiores o a cielo abierto, y a los forasteros, en parte más profunda de la mina, la más peligrosa, y en los turnos de noche.

 

Se habla de 300 muertos en la catástrofe del 15 de Agosto de 1 902 y de que muchos cuerpos están sepultados en la  Galería sin haber sido reclamados por sus familiares. Nosotros no creemos que fueran tantos, tal vez ni 30, pero sí tenemos seguro que, si no fueron reclamados por su familiares, se debió a que entraron a trabajar la noche del accidente y no les dio tiempo a comunicarse con ellos, por lo que, además de la pérdida, la familia no sabía nada del accidente.

 

 

José Herrera Rodas

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