14 jun 2024

C  E  R  R  O     B  E  L L  I  D  O


Al S de, a un Km aproximadamente del pueblo y en la margen derecha del río Yeguas, se alza un monte de poca altura, llamado Cerro Bellido, nombre que posiblemente se lo dio algún antiguo propietario.


En su cima se encuentran dos canteras romanas, hasta hace poco tiempo muy abandonadas, ya limpias y protegidas gracias a los desvelos del Ayuntamiento. Estas canteras fueron el cementerio de animales-vacas, burros, cabras, … y el comedero de grajos y buitres que acudían casi  diariamente.


El origen de estas canteras (lapidicinae, nominativo plural de lapidicina-ae) es, indudablemente, romano. En su entorno se han encontrado trozos de cerámica fina, sigilata, de ánforas, de tégulas, y de herramientas. No se conserva documentación escrita de las mismas. Su piedra es sedimentaria, emergida del mar Tetis hace 200 millones de años, como El Torcal de Antequera, como toda la tierra de Andalucía. Incrustados en esas piedras se ha visto buena cantidad de conchas de almejas que, arrancadas de su sitio, apenas han dejado huella. Hoy es difícil encontrar alguna.


Fueron utilizadas por los romanos para sus construcciones y pueden verse todavía en La Atalaya (Ventippo), en el Ojo del Almajar, en el río, sirviendo de cimientos a puentes, o de muros a embalses. Precisamente se ven restos de uno de estos muros en la orilla derecha del mismo a su paso por Los Parrales….


Los que se ven en el Ojo del Almajar debieron formar parte de un arco o puerta en el camino que servía para enlazar la calzada de Hispalis(Sevilla) y Astigi(Ecija)  a Carteia(Algeciras), actual autovía A-92, entre El Puntal y La Roda con Anticaria (Antequera), pues allí, en El Almajar, había un abrevadero público, con importante venta, frecuentada, además, por bandidos y tratantes. 


“Camino de Casariche,

Venta El Abrevaero,

Mataron a Bastián Bocos 

Cuatro bandoleros”


Se ha dicho que en Córdoba han aparecido columnas que pudieran ser del Cerro Bellido. (Véase información aparte). O que, cortadas, pudieran haberse utilizado como muelas de molinos harineros. En nuestro río hubo hasta 8 aceñas. Se conservan algunas columnas que, horadadas, servían de conducción del agua desde el embalse que existía en estas aceñas para bajar el agua hasta la rueda motriz, rodezno. 


Esta cantera parece que fue abandonada precipitadamente. Lo más probable que al principio del siglo V, cuando los bárbaros silingos arrasaron Andalucía. Por entonces fue quemada la villa de El Alcaparral, de donde procede el Mosaico El Juicio de Paris.


Pero estas lapidicinae que comentamos tenían una hermana mayor en edad y algo menor en extensión. Era la de las Canteruelas. Estaban debajo de la escombrera que hay el NO del pueblo, junto al polideportivo ¡Lástima que hayan desaparecido, mudas, bajo los escombros y la ignorancia! Eran algo menos extensas, y tenían menos “rulos” desperdigados. Esta cantera, pues era una sola, aunque algo extensa, parece que fue abandonada cuando se encontró la del Cerro Bellido.


La forma de cortar las columnas, aisladas ,  cincelando la roca madre, era muy ingenua; hacían unas calas en su base en las que metían cuñas de madera que luego mojaban. Al hincharse estas cuñas con el agua levantaban el “rulo”. Huellas de estas calas se pueden ver en las piedras abandonadas.




José HERRERA RODAS

C  E  R  R  O     B  E  L L  I  D  O


Al S de Casariche, a un Km aproximadamente del pueblo y en la margen derecha del río Yeguas, se alza un monte de poca altura, llamado Cerro Bellido, nombre que posiblemente se lo dio algún antiguo propietario.


En su cima se encuentran dos canteras romanas, hasta hace poco tiempo muy abandonadas, ya limpias y protegidas gracias a los desvelos del Ayuntamiento. Estas canteras fueron el cementerio de animales-vacas, burros, cabras, … y el comedero de grajos y buitres que acudían casi  diariamente.


El origen de estas canteras (lapidicinae, nominativo plural de lapidicina-ae) es, indudablemente, romano. En su entorno se han encontrado trozos de cerámica fina, sigilata, de ánforas, de tégulas, y de herramientas. No se conserva documentación escrita de las mismas. Su piedra es sedimentaria, emergida del mar Tetis hace 200 millones de años, como El Torcal de Antequera, como toda la tierra de Andalucía. Incrustados en esas piedras se ha visto buena cantidad de conchas de almejas que, arrancadas de su sitio, apenas han dejado huella. Hoy es difícil encontrar alguna.


Fueron utilizadas por los romanos para sus construcciones y pueden verse todavía en La Atalaya (Ventippo), en el Ojo del Almajar, en el río, sirviendo de cimientos a puentes, o de muros a embalses. Precisamente se ven restos de uno de estos muros en la orilla derecha del mismo a su paso por Los Parrales….


Los que se ven en el Ojo del Almajar debieron formar parte de un arco o puerta en el camino que servía para enlazar la calzada de Hispalis(Sevilla) y Astigi(Ecija)  a Carteia(Algeciras), actual autovía A-92, entre El Puntal y La Roda con Anticaria (Antequera), pues allí, en El Almajar, había un abrevadero público, con importante venta, frecuentada, además, por bandidos y tratantes. 


“Camino de Casariche,

Venta El Abrevaero,

Mataron a Bastián Bocos 

Cuatro bandoleros”


Se ha dicho que en Córdoba han aparecido columnas que pudieran ser del Cerro Bellido. (Véase información aparte). O que, cortadas, pudieran haberse utilizado como muelas de molinos harineros. En nuestro río hubo hasta 8 aceñas. Se conservan algunas columnas que, horadadas, servían de conducción del agua desde el embalse que existía en estas aceñas para bajar el agua hasta la rueda motriz, rodezno. 


Esta cantera parece que fue abandonada precipitadamente. Lo más probable que al principio del siglo V, cuando los bárbaros silingos arrasaron Andalucía. Por entonces fue quemada la villa de El Alcaparral, de donde procede el Mosaico El Juicio de Paris.


Pero estas lapidicinae que comentamos tenían una hermana mayor en edad y algo menor en extensión. Era la de las Canteruelas. Estaban debajo de la escombrera que hay el NO del pueblo, junto al polideportivo ¡Lástima que hayan desaparecido, mudas, bajo los escombros y la ignorancia! Eran algo menos extensas, y tenían menos “rulos” desperdigados. Esta cantera, pues era una sola, aunque algo extensa, parece que fue abandonada cuando se encontró la del Cerro Bellido.


La forma de cortar las columnas, aisladas ,  cincelando la roca madre, era muy ingenua; hacían unas calas en su base en las que metían cuñas de madera que luego mojaban. Al hincharse estas cuñas con el agua levantaban el “rulo”. Huellas de estas calas se pueden ver en las piedras abandonadas.




José HERRERA RODAS