El viejo campanario

                                              

EL VIEJO CAMPANARIO

A PAQUITA, MI ESPOSA.

La foto que veis aquí es de principios del siglo XIX y recoge el antiguo estanco, en primer término a la izquierda; a continuación la casa de Pepe Pilas; a la derecha la posada de la Tia Estéfana, que fue demolida y en su lugar se construyó el Ayuntamiento. Delante se ve un pequeño trozo de la Plaza de abastos, y al final, la antigua torre de la iglesia, que debió ser construida cuando el templo sufrió la primera gran reforma por parte de los marqueses de Estepa, sus propietarios y administradores. Algunos vecinos recordarán que en la noche del 30

de noviembre de 1959, sobre la una, un fuerte vendaval la derribó, cayendo y dejando una huella duradera en el asfalto de la calle, entre la acera de la sacristía y la actual construcción para los conciertos de música. La causa de esta caída hay que buscarla en la ignorante decisión de eliminar dos tirantas de hierro, que servían de pasamanos de la escalera que accedía al cuerpo de campanas. Estas tirantas, a modo de vientos, sujetaban la torre, que la noche referida el viento huracanado que hizo dio al traste con la hermosa y vieja espadaña que varios siglos permaneció enhiesta.

Era monaguillo Juan Gil Marín, "El Litri", eminente músico de nuestra banda, y con él subí al cuerpo de campanas muchas veces y conocí las escaleras que permirían el acceso

                                                                                        José HERRERA RODAS

                                                                                            VERANO DE 2 002

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La foto de la plaza fue cedida por la familia de Antonio  "El Herrerillo".

La foto de la torre está tomada de Internet y es de la Universidad de Sevilla.

                                                                                                                              

                                                                                                                                  

LA VENTA DE LA PALOMA

A tí, A.P.B.

A poco más de un kilómetro de  la estación de ferrocarril de Casariche, camino de Estepa, el viajero encuentra a su izquierda los restos de lo que fue la Venta de la Paloma.

Estaba situada en el cruce de los caminos reales que unian Puente Genil con La Roda, y Estepa con Casariche. Hoy estas vias se han transformado en carreteras, excepto el tramo que va desde dicha Venta  La oda. El lugar de su emplazamiento no pudo ser más adecuado, puesto que era paso obligado en los desplazamientos de Herrera o Puente Genil a La Alameda y Antequera, porque el camino que conducia de Sevilla a Granada no pasaba por aquí. Posiblemente su origen se remonte al de las vías que a ella confluyen, que, como todos sabemos, hay que hacer coincidir con las que Roma construyó en sus dominios.

Por sus puertas pasaron importantes personajes de la Historia, y vamos a referir algunos, que estan suficientemente documentados: O El 24 de Abril de 1410, procedente de Ecija, pasó con sus huestes por la Venta de la Paloma el Infante D. Fernando, llamado el de Antequera, pues acampó en el Rigüelo esperando que se le unieran las que venían de Sevilla. Y fue el día anterior a la partida para la bella ciudad malagueña cuando, según José Maria Pemán, contestó a uno de sus adalides que le preguntó cuándo pensaba levantar el campo. Saldremos, dijo, de manera que " nos salga el sol por Antequera, y después, lo que Dios quiera". Esta frase se acuñó, pues, según el escritor citado, en nuestro pueblo. El Rio Yeguas lo debieron pasar por el Cortijo Jarilla. O El año 1 482 el Rey Fernando, llamado El Católico, tras haber acampado en Pontón de D Gonzalo (Puente Genil), o en Herrera, pasó por la Venta y el río, camino de Alhama. Nuevamente el año 1 485 el mismo Rey vuelve a pasar por estos lugares, ahora camino de Cártama. O Boabdil pasó igualmente por aqui en algunas de sus correrías hacia Ecija, pues era el único camino que tenia.

En Octubre de 1 591, D. Miguel de Cervantes Saavedra, el autor del inmortal Quijote, recorrió estos caminos desde Estepa, pues venia de orden del Rey, comisionado para requisar cereales y proveer a las galeras reales de trigo y cebada.  O Viniendo de Estepa Juan Caballero, le perseguian dos soldados, pero como su caballo era mejor y conocía el terreno, no consiguieron alcanzarle; el más joven, oficial, lo seguía a distancia y, al cruzar el Arroyo Santiago, que venía muy crecido, resbaló su caballo, cayó encima de él y estuvo a punto de ahogarse. Volvió grupas el bandido, lo recogió y lo llevó a la Venta de La Paloma, donde mandó que lo atendieran, lo curaran y lo llevaran a Estepa, que el, a su regreso, pagaría los gastos. "El Lero" repitió en nuestro pueblo, y en vivo, la Parábola del Buen Samaritano. 

El Tempranillo, Pernales, Juan Caballero, y tantos otros, se reunian en esta Venta para planear sus correrías y tratar sus asuntos.

¿No tiene méritos suficientes la Venta de la Paloma para restaurarla, poner en ella un archivo y dedicarla a residencia o mesón para el turismo rural?.